domingo, 21 de noviembre de 2010

Relato fantástico

El Lento Partir Al Infierno

Constantes gritos a mi alrededor, llantos por doquier, a veces siento que estoy loco, no entiendo como llegue acá, siento un dolor en mi cabeza como cuando un revolver dispara y destroza cabezas. No lo soporto más, sigo caminando sin rumbo, pareciera que todos ignoraran que estoy acá. Veo a mis padres llorar desconsolados, les hablo pero es como si no existiera, como si mis palabras se las llevara el tétrico y sombrío viento del lugar.  

Al fondo de mi camino vi una silueta que a medida que me acercada, tomaba forma de féretro, estaba descubierto, al verlo mis piernas enflaquecieron. Me estoy volviendo loco, todos seguían llorando, escuchaba gemidos, eran tan molestos como una bala en la cabeza, de momento los gemidos comenzaron a apagarse.          lo veia pero no podia creerlo, sentia un frio extremesedor en mi espalda, como podia ser que la persona que estan velando soy yo, ¿a caso estaba muerto y mi alma habia quedado atrapada? muchas cosas comenzaron a tener sentido, pero justo en ese momento senti un frio aterrador, volteé a mirar y quede petrificado al ver a la misma muerte. Siento como consume mi alma, el dolor es insoportable, me aferro a estarme en este mundo lo mas que puedo, pero no puedo, siento como me destroza el alma con tan solo una mirada. ela ahí, sombria y malisiosa, no me da oportunidad ni siquiera de suplicar por mi alma, viene a finalizar su trabajo, pero me pregunto, por qué me querra llevar al infierno, por qué esta tan molesta conmigo, siento su rabia, siento su aliento de furia.Creo estar comprendiéndolo, algunos recuerdos vagos vienen a mí, no soportaba la presión, la vida se me estaba yendo de las manos, no pude controlarla, fueron más fuertes las pruebas, me estuve condenando poco a poco al juzgarla de esa manera.


No puedo luchar más, me rindo, ya todo es claro para mí,ahora entiendo cual es el castigo del suicidio, la agonía del alma no se supera con la pérdida del cuerpo,  la penuria por la que estoy pasando quisiera no sentirla más.


Eme aquí indefenso, a punto de pagar las consecuencias de mis actos, toda una vida de sufrimientos y agonías,  mi alma ya fue condenada en el instante que me quite la vida, no pensé que fuera así, pero ya no puedo hacer nada, condenado al infierno, este lento partir es lo que más me mortifica, el lento sufrimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario